A las 7:35 horas de este lunes
Debido a una reforma en las normativas que definían los ritos fúnebres de los papas, la despedida de Francisco será más sencilla y austera.
«Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciaros la muerte de nuestro Santo Padre Francisco», anunció el lunes desde la residencia del papa, Casa Santa Marta, el cardenal irlandés Kevin Joseph Farrel, quien ha asumido como camarlengo de la Iglesia Católica para gobernar el Vaticano hasta la elección del próximo pontífice. «A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre», agregó en un escueto comunicado televisado, informó la BBC.
Según «Corriere della Sera», el Papa habría despertado estable y de buen ánimo, hasta que una hora más tarde se habría sentido enfermo, empeorando cada vez más hasta fallecer a las 7:35 horas, a los 88 años. La causa de muerte del Papa fue confirmada durante la noche del lunes, tras la ceremonia de constatación, por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, doctor Andrea Arcangeli, quien certificó que Francisco había muerto por «un ictus cerebral, seguido de un estado de coma, que finalmente le provocó un colapso cardiorrespiratorio irreversible», publicó «Il Quotidiano».
«Un ictus cerebral es una lesión aguda, brusca y súbita del tejido cerebral, debido a la pérdida de irrigación sanguínea, que puede estar dada, porque se obstruye el flujo de una arteria importante al cerebro, lo que se conoce como accidente cerebrovascular químico, o bien porque una de estas arterias importantes se rompe y el flujo sanguíneo se extravasa, lo que se conoce como accidente cerebrovascular hemorrágico», explica el académico de Facultad de Medicina de la Ucen, doctor Claudio de la Fuente, quien enfatiza en que el colapso cardiorrespiratorio, se debe haber dado por «un cuadro de hipertensión endocraneana secundaria al ictus cerebral, que probablemente haya sido de carácter hemorrágico».
Cambios fúnebres
Tras realizarle la eletrocardiografía que confirmó su muerte, el camarlengo retiró el Anillo del Pescador de la mano de Francisco y selló la habitación con una cinta roja lacrada. A diferencia de otras exequias papales, esta ceremonia fúnebre será más sencilla y distinta, luego de una serie de reformas a la normativa que regía el rito fúnebre de los papas. Con el objetivo de hacer más simples y cercanas este tipo de ceremonias, la nueva «Ordo Exsequiarum Romani Pontificis» modificó la Ceremonia de Constantación, cambiando la antigua práctica donde el camarlengo daba tres golpes con un martillo de plata en la frente del pontífice recién fallecido, por la confirmación médica, detalló Diario AS.
Otro de los cambios será el uso de un solo ataúd para los papas fallecidos, eliminando la liturgia de los tres ataúdes, una ceremonia donde el difunto pontífice era colocado dentro de un ataúd de ciprés forrado con terciopelo rojo, que luego era situado dentro de un féretro de plomo, para luego ser depositado dentro de un gran ataúd de roble; por un solo ataúd de madera sencilla, forrado con zinc en su interior, registró «El Debate».
Asimismo, se ha descartado el velatorio privado en la capilla del Palacio Apostólico, por lo que los restos del pontífice serán directamente trasladados a la Basílica de San Pedro. Ahí el cuerpo del Papa Francisco será expuesto sin catafalco, el armazón recubierto de vestiduras que la Iglesia usaba para las exequias solemnes, ni tampoco llevará el báculo papal, como sí se hacía anteriormente. También se han eliminado los títulos asociados al poder, autorizándolo solo las nominaciones de «papa», «obispo de Roma» y «pastor». De modo excepcional, y solo porque Francisco lo pidió antes de morir, sus restos serán enterrados en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, a diferencia de todos sus antecesores que se encuentran en las grutas vaticanas, publicó «La Vanguardia».