La tranquilidad de la ruta local estadounidense 231, en Florida, se vio interrumpida de un momento a otro, luego de que patrullas de la Oficina del Sheriff del Condado de Bay (BCSO) prendieran sus balizas para ir tras un vehículo gris que se dirigía al estado de Alabama. El sonido de las sirenas alertó a Latrance Battle, la conductora de 52 años que aceleró rápidamente y escapó entre las laberínticas calles del norte de Florida, iniciando una intensa persecución que culminó en el barrio residencial de Fountain. Sin salida, la mujer salió de su vehículo con las manos en alto y fue detenida por hacerse pasar por una agente del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los EE.UU. (ICE) para secuestrar a la esposa de su exnovio, publicó «The Miami Herald».
Todo había comenzado un día antes, cuando Latrance se había presentado en la recepción de una lujosa cadena hotelera en Panhandle, al sur de Florida, preguntando por una de las trabajadoras del lugar, cuya identidad la policía no reveló. Al aparecer frente a ella, Battle se presentó como una agente del ICE, el servicio encargado de localizar, arrestar y deportar a personas migrantes en situación irregular, vestida con una polera negra con las iniciales «ICE» estampadas, para que su plan fuera más creíble, y una citación falsa de la Oficina del Sheriff para revisar algunos documentos que la víctima había presentado en su proceso para obtener la residencia legal en EE.UU. Sin dudarlo, y luego de que su jefe autorizara su salida, la mujer acompañó a la supuesta oficial, se subió al vehículo e inmediatamente todo comenzó a parecerle extraño, registró «The New York Post».
Una de las primeras cosas que llamó su atención fue que el vehículo parecía más de un particular que de un agente policial, sin embargo, no quiso decir nada ante el miedo de meterse en problemas en plena tramitación de su radicación y continuó por algunas cuadras, observando el extraño actuar de la agente, que hablaba por una radio de mano, tipo walkie-talkie, presuntamente con otros efectivos, aunque no tenía prendido el aparato y nadie le contestaba. La situación empeoró cuando la víctima vio que habían pasado por fuera de estación de policía sin detenerse, levantando las primeras sospechas de que todo podía ser una mentira. Temiendo por su seguridad, tomó su celular para llamar a su abogado y a su marido, pero Latrance le arrebató el teléfono de un golpe, escondiéndolo bajo sus piernas, y advirtiéndole que solo podrá comunicarse con alguien cuando lleguen al lugar donde los esperaba el Sheriff, consignó Fox News.
Consecuencias
Cuando el auto se detuvo repentinamente frente al complejo habitacional «Bridge Plaza Apartments», en la ciudad costera de Panama City Beach, Latrance la tomó fuertemente del brazo y la llevó a un departamento, donde la tiró al suelo diciéndole que «ahora iba a sufrir las consecuencias de las acciones de su marido». Tras una hora cautiva, la mujer logró escapar de la vivienda, en un momento de descuido, y pidió ayuda a uno de los vecinos. Al llamar a su esposo para contarle los hechos, él le pidió que tuviera cuidado, pues por las características físicas que ella le había narrado, estaba seguro de que la secuestradora era su exnovia, la misma que hace dos años lo atacó con un arma en su trabajo, por lo que tiene una orden de alejamiento en su contra, detalló la revista «People». Aunque se desconoce la causa que motivó el secuestro, medios estadounidenses aseguran que se trataría de una venganza de Latrance por una antigua infidelidad de su expareja. Hoy, la mujer de 52 años se enfrenta a cargos graves, tras ser detenido por los delitos de secuestro, robo por arrebato repentino, usurpación de funciones como oficial de la ley y violación de la libertad condicional, informó WTVY de Alabama.