«No es fácil dirigirme a ustedes, probablemente sea mi última intervención en esta Sala», dijo con voz quebrada la hasta ahora senadora del Partido Socialista, Isabel Allende Bussi (80), luego de que este martes se despidiera entre aplausos de sus colegas en el Congreso.
El discurso de despedida de su cargo llega tras la destitución de Allende a partir de un requerimiento presentado en su contra por parlamentarios Republicanos y de Chile Vamos, tras la fallida transacción de compra de la casa del expresidente Salvador Allende, que había sido propuesta para ser adquirida por el Estado y poder transformarla en un museo.
La senadora socialista llegó a la sesión de este martes recibiendo abrazos de sus colegas. «Me veo en el deber de hablar en uno de los momentos más duros y difíciles de mi vida (?) Deseaba despedirme de ustedes», dijo Allende notablemente emocionada. «Resulta difícil considerando la manera abrupta en la que terminan más de 30 años de servicio a mi país».
Allende se refirió al fallo del Tribunal Constitucional que se conocerá en los próximos días y decretó que como corresponde en una democracia, «este fallo será acatado, pero acatar no significa guardar silencio, acatar no significa renunciar a expresar el profundo dolor y la honda injusticia que esta decisión representa».
Sin embargo, la senadora por la región de Valparaíso indicó que está «ante un fallo que más allá de su aparente legalidad vulnera principios elementales de justicia, proporcionalidad y sentido democrático».
«No soy abogada»
A pesar de que Allende reconoció que debió haber sido más cuidadosa, aseguró que siempre actuó confiando en la institucionalidad.
«Sí, reconozco que como parlamentaria de una larga trayectoria debía haber tenido presente el artículo 60 de la Constitución», admitió la legisladora, pero «no rehuyo mi responsabilidad, pero no soy abogada, jamás he tenido contrato alguno con el Estado, y no tengo y nunca he tenido una empresa y ante todo actué confiando en la institucionalidad».
«¿Se imaginan ustedes que habría puesto en riesgo más de 30 años de servicio público de lucha democrática si hubiese tenido conciencia de estar infringiendo supuestamente una norma constitucional?», preguntó la senadora.
«¿Realmente alguien cree que habría actuado con dolo sabiendo que ponía en juego mi historia y mi dignidad política?».
Allende aseguró haber confiado plenamente «en los órganos encargados de llevar adelante la adquisición de la casa familiar. Hoy enfrento una sanción que yo considero injusta, la vivo con dolor, pero también con la tranquilidad que da la consciencia limpia», expresó.
«Valoro su autocrítica»
El senador del Partido Socialista, Fidel Espinoza, dijo a LUN que considera que la salida de Allende es injusta por su intachable trayectoria política y sus aportes al país. «Valoro su autocrítica y comparto que los asesores del Presidente son responsables directos de todo esto».
En entrevista con CNN Chile, la senadora Carmen Gloria Aravena (Partido Republicano) lamentó que el último periodo senatorial de Allende tenga que vivir una situación así. «Siempre fue una senadora muy muy responsable, muy estudiosa, no tengo nada que decir respecto a su compromiso en el ámbito legislativo. Es lamentable que, por un descuido, como ella muy bien dijo, un desconocimiento y una confianza quizás desmedida en lo que el gobierno estaba haciendo los ministerios que estuvieron a cargo no tuvieron la precaución de poder hacer un informe en derecho y parar esto a tiempo», indicó la legisladora republicana.
El presidente del Senado, Manuel José Ossandón (RN), aseguró que tiene «tristeza» por la salida de la parlamentaria socialista. «Este es un tema humano, una situación dura que, como mesa, y yo como presidente, no puedo analizar: solamente tengo que acatar los fallos y hacerlos cumplir. Pero con el vicepresidente (Ricardo Lagos Weber), decidimos que existiera un espacio para que la senadora pudiera despedirse», explicó Ossandón a Cooperativa.