El conjunto azul rescató un empate 1-1 en su visita a Carabobo por la Copa Libertadores
El portero tuvo una intervención clave, cuando su equipo caía por la cuenta mínima, y mantuvo la ilusión viva. Estuvo espectacular, lo elogió Diego Rivarola en la transmisión oficial.
«¡Es un arquero de equipo grande, muy metido en el partido», exclamó el relator de ESPN Ricardo Shannon en el minuto 36 del partido entre Universidad de Chile y Carabobo en la ciudad de Valencia, Venezuela. La U caía por 1-0 bajo una tormenta en el Estadio Polideportivo Misael Delgado cuando apareció la figura de Gabriel Castellón para evitar lo que probablemente sería el golpe definitivo de Carabobo.
El volante Edson Tortolero metió un pase filtrado a espaldas de la defensa de la U para el veloz atacante Joshuan Berríos. Franco Calderón trastabilló corriendo en marcha atrás y el delantero local quedó solo frente a Castellón. El portero azul leyó bien la jugada y ya había dejado su arco para evitar lo que habría sido el 2-0 con una barrida quirúrgica afuera del área.
«Espectacular, salvó a Universidad de Chile», añadió Diego Rivarola, ex goleador azul, en la transmisión oficial. Segundos después sacó a colación la jugada que abrió la cuenta para los venezolanos y compararla con esta intervención de Castellón. «Es la misma situación pero acá no fue penal», lanzó Gokú Rivarola.
Se refería a la jugada del minuto 19, cuando Franco Calderón cometió penal ante el mismo Joshuan Berríos luego de reventar pelota en la entrada del área. Pese a que el defensor argentino llegó antes a la pelota, el juez colombiano Carlos Ortega cobró la pena máxima mientras el delantero local se retorcía en el suelo.
«Es la típica jugada que uno despeja y pasa a llevar al jugador, no me parece penal», analizó al instante Rivarola. «¿Cómo debiese poner el pie ahí para sacar la pelota? ¿Tiene que sacar el pie? Me parece extraño. Efectivamente después lo pasa a llevar, pero algo propio del movimiento de una pegada de fútbol. Es inevitable, no se le puede pegar al balón y dejar el pie estático», agregó.
A esa altura del encuentro la situación parecía un vendaval cayendo encima de los cracks azules, quienes soportaron un viaje de más de 12 horas y parada en Bogotá, Colombia, antes de llegar a Valencia. Además de la humedad, se toparon con una intensa lluvia que retrasó el partido en una hora.
Pero al igual que en la visita a La Plata hace un par de semanas, donde también partieron abajo en el marcador, los muchachos de Gustavo Álvarez lograron sobreponerse. Poco antes de irse al descanso y tras un centro desde la izquierda, el árbitro Ortega tomó otra polémica decisión con un penal a favor de la U. La repetición del VAR permitió confirmar que el cabezazo de Fabián Hormazábal había dado en la mano de un defensor de Carabobo y Charles Aránguiz hizo lo que mejor sabe: convertir goles de penal (ver nota en página 21).
«La lluvia solamente demoró el partido. La cancha estaba rápida y el encuentro tuvo distintas variables. Antes del gol empezamos con dominio, pero vino la jugada del penal y ahí se emparejó todo. El penal nuestro equilibró el resultado y por eso decidí conversar la estrategia, pero con características más ofensivas», analizó el técnico Gustavo Álvarez.
El 1-1 definitivo probablemente no era el resultado que esperaban los hinchas azules pero de todas formas sirve en su búsqueda por un pase a la segunda ronda de la Copa Libertadores. De momento quedaron punteros del grupo A con 7 puntos. El plantel de Universidad de Chile llegará de regreso al país en la madrugada del jueves para ahora preparar su visita a Palestino en el Torneo Nacional.
«Vinimos a ganar, la ambición siempre es sacar los tres puntos y siempre que se empata hay dos puntos perdidos. Tenemos la obligación de imponer la idea y ganar en todas las canchas», dijo un resignado Álvarez.