Daniella Aguilera está formando su propio cuarteto de jazz y también quiere dar clases de música
Hay ciertos instrumentos donde persiste una menor presencia femenina, confirma académico.
Durante un año Daniella Aguilera Rojas insistió a sus padres para que le compraran un saxofón. Tenía 13 años y había escuchado una grabación de John Coltrane, legendario saxofonista de jazz estadounidense, que le voló la cabeza.
«Me llamó mucho la atención, quise profundizar, saber qué instrumento era, cómo se tocaba. Así comencé, insistí harto para que me tomaran en serio», recuerda la joven, quien hoy es la primera mujer que egresa de saxofón en el Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica, donde la cátedra de ese instrumento se dicta desde 1999 y que hasta ahora solo había tenido titulados varones.
Por suerte para el mundo de la música, los padres de Daniella apoyaron su iniciativa y le dieron el instrumento de viento que pedía, con el que tomó clases en la academia de la tienda Audiomúsica. Todos los sábados partía con el saxo y nunca faltaba quien le mencionaba la comparación inevitable: Lisa Simpson.
«Muchas veces me han dicho eso, es la imagen que tenemos más cerca, lo más popular en relación con el saxofón. Es un instrumento súper inusual para una niña», reconoce.
¿Por qué cree que es poco común?
«Es un instrumento poco accesible, caro. Un saxofón chino, de una marca estándar, debe estar alrededor de los $250.000 o $300.000. No es un instrumento que los papás digan mi hija quiere tocar y mañana le compro uno. Además, llegar al instrumento no es tan fácil, es poco tradicional en lo que escuchamos de música popular».
¿Alguna vez quiso estudiar otra cosa?
«Pensé en otras carreras pero el instrumento siempre estuvo ahí. Un día dije tengo que dejar de engañarme y seguir lo que he hecho, lo que me gusta y lo que me apasiona desde pequeña. Tomé la decisión».
Cuando entró a saxofón en la universidad eran sólo dos alumnas, recuerda, pero las cosas han cambiado en este tiempo. Actualmente, de los seis estudiantes de saxofón en la UC, cuatro son mujeres. Ella es la primera egresada, pero en este año también va a terminar la carrera la segunda mujer saxofonista, Rhaien Pizarro.
«Es una noticia súper buena. Antes no se veían tantas mujeres como ahora», comenta Daniella. «Cada vez somos más mujeres saxofonistas y significa que otras chicas están motivándose y tomando la energía para querer estudiar este instrumento», valora.
La joven ya dio su concierto de egreso y ahora prepara el concierto de título. Además, está conformando su cuarteto de jazz (Daniela Rojas Cuarteto @danirojaass en Instagram, https://acortar.link/nGZpoO), con un repertorio de obras clásicas -como «Pennies from heaven», «Someday my prince will come» o «St. Thomas»- y también toca en Los Andes Big Band, aunque dice que todavía no se observan muchas instrumentistas en el jazz.
«Ese estilo aún está dominado por hombres, pero quiero llegar al momento en que no sea una excepción ver una mujer tocando jazz, y que sea equitativo», indica.
Otro de sus proyectos es dar clases, para lo cual está cursando un plan de Pedagogía que dura un año en la propia universidad. «Mi meta es tener las herramientas académicas para poder guiar mejor una clase de saxofón o de música. Me gusta mucho tocar, pero también quiero traspasar ese conocimiento», indica.
¿Qué se necesita para aprender saxofón?
«Sólo se necesita tener un saxofón, todo lo demás se aprende. Lo que uno enseña es temas de embocadura, de sonido, de técnica, de dedaje, cómo se digitan las llaves para lograr notas. Siempre nos dicen que los músicos somos como los deportistas, porque necesitamos estudiar todos los días, tener una rutina y ser constantes para avanzar progresivamente».
¿Tiene algún instrumento regalón?
«El saxofón tenor es el que más me gusta. Es más grande y tiene un registro más grave, más ronco, más pastoso que el saxofón alto».
Los vientos afean
Alejandro Vera, director del Instituto de Música UC, valora el logro de la estudiante. «En la carrera de interpretación suelen haber bastantes mujeres, pero en ciertos instrumentos específicos, como saxofón, los bronces o precusión, o en áreas como composición o dirección orquestal, hay menos presencia femenina. Ahí el merito de las chicas que entran es muy grande», sostiene.
Un motivo podría ser cultural, de tradiciones antiguas o prejuicios, comenta. «Hay documentos del siglo XVIII que hablan que los instrumentos de viento no serían apropiados para las mujeres, por ejemplo, porque las obligaban a desfigurar la cara y perdían parte de su belleza. Son argumentos que hoy nos hacen sonreir, pero en la época se decían bien en serio», concluye.
La carrera
Seis años dura la carrera de Licenciatura en Interpretación Musical en la UC, que tiene especialidades de canto y una variedad de instrumentos, como piano, guitarra clásica, violín, percusión, fagot, flauta, oboe o saxofón, entre otros. Cada fin de año los postulantes rinden una prueba de admisión, que incluye conocimientos de música y del instrumento que tocan. La malla incluye ramos como Historia de la Música, Armonía, Teoría y Solfeo, además de electivos como Filosofía o Teología. El foco es formar instrumentistas de excelencia. «Son varias las salidas que tienen los egresados. Una de las opciones más importantes es tocar en orquestas nacionales o extranjeras; también se pueden desempeñar como instructores de orquestas infantiles y juveniles, otros se dedican a la docencia, universitaria o escolar, y algunos se han dedicado a la gestión cultural», explica Alejandro Vera.