Pablo Díaz habla de su personaje Santiago, quien está enamorado de su madre
La relación del hijo que desea a su progenitora Elena (Claudia di Girolamo) extrema cada día más la producción de TVN.
Desde que empezó, el 3 de noviembre, «Conde Vrolok» se perfiló como una teleserie jugada. Pero la semana pasada se puso extrema. En menos de tres días el nuevo vampiro Froilán (Francisco Reyes) violó en dos oportunidades a su mujer Beatriz (Alejandra Fosalba) y se agarró a besos con la monja Victoria (Francisca Imboden). Además la cándida Luisa (Paulette Sève) perdió la virginidad en un granero y lo más perversillo fue que Santiago (Pablo Díaz) tiene malos pensamientos con su madre Elena (Claudia di Girolamo) con besuqueo incluido.
«Todavía no tengo ninguna escena donde tengamos sexo con mi madre, así es que no la tildaría como una relación incestuosa. Me parece fuerte esa palabra. Más bien, veo a un joven desquiciado y con un fuerte complejo de Edipo», se defiende Pablo Díaz y explica que todo se debe a que «Santiago es un vampiro y los vampiros tienen una moral bastante inmoral. Ellos son absolutamente libres».
-¿Tanto como para no discriminar ni siquiera a su mamá?
-Santiago desde niño sintió mucho amor y tuvo harto contacto y cercanía física con ella. Pero cuando vuelve de la guerra convertido en vampiro llega absolutamente enamorado de su madre. Ella es el gran amor de su vida. Además, para los vampiros no existen los parentescos. Y si bien, él ha tenido affaires con Úrsula, también lo tendrá con otro personaje. En buen chileno: si su madre le diera la pasada, Santiago ya habría intimado con ella. Incluso se casaría con ella.
-Da la impresión que Rudolphy encarna al vampiro bueno de la teleserie y tú al malo…
-Creo que desde el minuto que un vampiro mata gente, cuelga los cadáveres e invita a sus otros amigos a deleitarse con la sangre de una persona está claro que hay una moral bastante corrompida. Pero sí es cierto que Santiago, al ser más joven, tiene menos reglas y comete más errores. Es más impetuoso y voraz.
Pablo adelanta que si bien hasta ahora Domingo (Rudolphy) es el chupasangre que la lleva (inició a Úrsula, Tadeo y Froilán), más adelante, él también tendrá su propio club: «No es que todos en Santa Bárbara se transformen en vampiros, pero habrá algunos que se volverán más inmorales para sus cosas».
-¿En las grabaciones hay tiempo para las bromas?
-Sí, hartas. «Vampiro eres zancudo», le digo a Rudolphy y él me contesta «cállate Santiasco». Tratamos de reírnos, porque la teleserie es violenta. Incluso, te diría que las escenas que grabamos muchas veces son mucho más crudas de lo que aparecen en pantalla.