La actriz repasa los momentos más difíciles de su vida
A sus 52 años agradece el maltrato escolar porque mis padres me sacaron del colegio y ellos me enseñaban, lo que me permitió comenzar a actuar y a que me descubrieran. Por lo que no estaría aquí, si no fuera por esos niños que me maltrataron.
Winona Laura Horowitz nació el 29 de octubre de 1971 en Winona, Minnesota. En honor al pueblo, sus padres le pusieron el mismo nombre. Era una pareja excéntrica de intelectuales. Ella una budista, autora, productora de videos y editora. Y su padre Michael D. Horowitz de ascendencia judía, editor, librero, anticuario y archivero del sicólogo Timothy Leary (padrino de Winona). Su nombre artístico Ryder, deriva de Mitch Ryder, cantante de soul y rock. La actriz tiene un hermano menor Urie, y dos medios hermanos mayores del primer matrimonio de su padre.
«Todos piensan que crecí en Petaluma (suburbio de San Francisco), pero nos mudamos allí cuando tenía 12 años y entonces me matriculé en el American Conservatory Theater de San Francisco. Vivimos en Petaluma, hasta que cumplí los 16, cuando comencé a actuar, pero anteriormente cuando cumplí 7 años, mi familia se mudó a Rainbow en el condado de Mendocino, California, a una parcela de 150 hectáreas, donde vivíamos 7 familias sin electricidad ni TV, por lo que yo me entretenía leyendo», cuenta. «En Petaluma tampoco teníamos TV hasta que cumplí los 13, por lo que usábamos nuestra imaginación para jugar, todo muy inocente. Éramos muy pobres, comprábamos la ropa en el Ejército de Salvación, incluyendo unos pantalones de niño para mí», agrega.
¿Qué recuerdos tiene de esa época escolar?
«Cuando recién llegamos, yo usaba el pelo muy corto, por lo que en mi escuela pensaban que yo era un niño afeminado. Me hicieron mucho bullying, terminé con 6 puntos en la cabeza. Me decían nombres que no deseo repetir, pero no me dejé abatir. Finalmente, mis padres me sacaron del colegio y ellos me enseñaban, lo que me permitió comenzar a actuar y a que me descubrieran. Por lo que no estaría aquí, si no fuera por esos niños que me maltrataron».
¿Tiene amigos de su primera incursión en Hollywood?
«Cher, me ayudó mucho cuando pasé por una mala etapa: superarás esto, me decía. Ella es increíble, muy cercana a mi corazón».
La actriz vivió un periodo difícil cuando fue acusada de consumir drogas sin receta válida incluidas oxicodona, diazepam y Vicodin, pero luego se retiró el cargo ya que existía receta médica. Fue arrestada por hurto en una tienda de Beverly Hills y otra de Nueva York, acusada de robar ropa y accesorios por un valor de 5.500 dólares. En 2002 fue sentenciada a 3 años de libertad condicional, 480 horas de servicio comunitarios y se le ordenó asistir a tratamiento sicológico. En 2005, terminó su libertad condicional y logró continuar con su carrera.
¿Le afectó retirarse de su profesión?
«Necesitaba tomarme un descanso, desenchufarme, volver a mi centro. Había estado trabajando por largo tiempo. Por lo que viví dos años muy gratos en San Francisco, enfocándome en mis otros intereses y en lograr encontrarme a mí misma. Amo mi trabajo, siento que tengo mucha suerte haberlo hecho por largo tiempo, y estoy agradecida por todas las oportunidades que se me brindaron. Pero a los 20, ser la protagonista de un filme, produce mucha presión, es fácil agotarse, quebrarse. Se miran las cosas equivocadas para validarse como persona, me sentí aislada y entonces me di cuenta que necesitaba dar un paso atrás. Cuando decidí volver, la gente no sabía qué hacer conmigo y no los culpo, porque no tenían idea de lo que yo había estado haciendo. Me lo habían advertido, tienes que continuar trabajando para ser relevante, pero no escuche el consejo. Por suerte encontré una nueva senda cuando actué en el «Cisne Negro».
Usted era demasiado joven cuando se hizo tan famosa por «Edward Manos de Tijera» y el primer «Beetlejuice» que se rodó hace 38 años
«Es interesante, porque por un lado no me arrepiento y tengo que peñiscarme cuando pienso en todas las películas en las que participé y los actores con los que trabajé. Siempre he sido una persona privada, tímida. Sé que esta actitud es extraña viniendo de una artista, pero no me gusta ser el foco de atención. Me fascina trabajar y hacer películas, pero la fama me sobrepasa. Por suerte ahora, me siento mucho más cómoda, sobretodo si soy parte de un gran elenco como actriz de reparto».
¿Cuáles son sus secretos de belleza?
«Seguí los consejos de mi abuela, agua y jabón. Uno aprende, como por ejemplo, cuando camino por la alfombra roja se prenden los flashes, hay gritos y me asusto. Me colocan pestañas falsas para que en las fotografías no aparezca con los ojos desorbitados, jajajá. Ahora me veo medio ida. Estoy aprendiendo a relajar la frente y otros trucos por el estilo. La gente es muy bondadosa cuando comenta que aún luzco joven».
¿Le molestó ser foco de atención cuando hace un par de años le preguntaron acerca de su relación con Johnny Depp por el problema del actor con su ex mujer?
«Fue una experiencia muy distinta para mí. Cuando fuimos pareja, lo encontré una persona buena, decente y maravillosa».
Hace algunos años se corrió la voz de que usted se había casado con Keanu Reeves
«Lo divertido es que hicimos una pequeña película juntos, pero antes trabajamos en «Drácula», donde se muestra una escena bastante larga de un matrimonio entre el personaje de Keanu y el mío, frente a un sacerdote rumano. Comenté en broma, «creo que estamos casados» y estas palabras corrieron más rápido que el viento. La verdad es que somos muy buenos amigos, y no le daré el divorcio, jajajá. Keanu es uno de mis seres humanos favoritos. Lo amo».
Desde 2011, la actriz mantiene una relación romántica con el diseñador de moda Scott Mackinlay Hahn.