Chilenos expertos en IA ya suman casi 900 alumnos: cada uno les paga US$47 al mes
Con un modelo de suscripción, permite montar grupos cerrados de aprendizaje que mezclan cursos, desafíos y mucha interacción.
Es un hecho que la educación está en un punto de inflexión. Y, si bien durante décadas se ha repetido que toda la información está en internet, por sí sola no basta. Ahí es donde entra Skool, popular plataforma global que mezcla aprendizaje con comunidad, sin imitar los formatos de la universidad en línea ni la sala de clases virtual.
Skool es una plataforma «todo en uno» para creadores de contenido, coaches y emprendedores digitales. Su gracia está en cómo mezcla foros, cursos y comunidades en un solo lugar. Fue fundada en 2019 en Los Angeles, California y tiene cursos sobre casi todo: desde ciencias a marketing. Los precios por suscripción los determina cada creador y el sistema funciona como un club: el usuario ingresa a un grupo, recorre los módulos del curso, lanza preguntas, debate con sus pares, acepta desafíos y exhibe sus avances.
Enseñar lo último
Benjamín Cordero, junto a su hermano Maximiliano, creó una de las plataformas más seguidas de Skool en lo relativo a inteligencia artificial y automatización dentro del público hispano: Imperio Digital, con 888 suscriptores que les pagan US$47 al mes (https://goo.su/J7mpbP).
«Sabíamos que el modelo tradicional de cursos -preparar, grabar, editar, lanzar- era demasiado lento para la velocidad a la que evoluciona la IA. Necesitábamos un espacio donde enseñar lo último, lo más útil, justo cuando ocurre. Y que no se tratara solo de nosotros enseñando, sino de una comunidad entera compartiendo lo que aprende, aplica y transforma», define Benjamín.
Para el usuario, el modelo de suscripción de Imperio Digital es simple: siete días gratuitos para probar todo, sin restricciones; si en ese período no convence, no se cobra nada. «Ese valor está subiendo con el tiempo. Lo bueno es que si entras hoy, se te respeta ese precio de por vida».
Para los creadores de contenido, el modelo operativo también es sencillo: Skool les cobra una tarifa plana de US$99 al mes ($93.00 aprox.) y una comisión estándar del 2,9 % más 30 centavos de dólar ($280) por cada transacción que procesan sus comunidades.
Cordero cuenta que descubrieron Skool al ver que varios creadores dejaban atrás las plataformas tradicionales para construir allí sus comunidades. «Tenemos un ethos muy claro: todos podemos automatizar, sin importar si eres técnico o no. Lo que buscamos es romper esas creencias limitantes y demostrar que, con guía y comunidad, cualquiera puede transformar su negocio con inteligencia artificial y automatización».
A menudo se dice que los diplomados y magíster sirven, más allá de aprender, para generar redes de contacto. ¿Cómo anda esto aquí?
«Es parte del diseño. Las conexiones surgen de forma natural mientras resolvemos problemas reales, compartimos automatizaciones o aprendemos en sesiones en vivo. Pasa algo muy especial: alguien muestra lo que está construyendo y otro se da cuenta de que puede aplicar algo similar en su propio negocio. Así se encienden las conversaciones. Incluso en las sesiones de bienvenida nosotros mismos conectamos a miembros con perfiles de industrias parecidas o con procesos similares, porque sabemos que pueden aportar valor desde el primer momento».
¿Cómo se compara el aprendizaje en Skool con lo que puede ofrecer un diplomado en IA?
«Creo que son dos enfoques distintos y ambos tienen su valor. Un diplomado en IA es más estructurado, con currículum fijo y validación académica, lo que puede ser muy útil dependiendo del contexto. Pero en un mundo que cambia tan rápido muchas veces se necesita algo más ágil, más conectado a lo que está pasando ahora. Y ahí está la gran diferencia: un diplomado, un MBA o un LLM en inteligencia artificial puede tardar meses en desarrollarse, aprobarse y lanzarse. Para ese momento, muchas de las herramientas, estrategias o tecnologías ya cambiaron».
El tema de la validación académica, de engrosar el CV, ¿seguirá importando en el futuro?
«Al final, más que un título, lo que más valoramos es la capacidad de llevar una idea a la acción. Y creemos que eso, poco a poco, va a ser lo que más se va a reconocer en el resto del mundo. La validez académica seguirá teniendo su lugar, especialmente en ciertos contextos. Pero también vemos que está cambiando la forma en que las personas aprenden y aplican lo que aprenden. Hoy el mundo avanza tan rápido que, muchas veces, se necesita algo más ágil, más enfocado en lo práctico y en lo que realmente funciona hoy. Por eso creemos que la microeducación, los aprendizajes aplicables y específicos, van a tener cada vez más relevancia».
Una receta al día
Francisca Duarte, conocida como Sweet Fran, creó la «Comunidad 1350 VIP», donde enseña, con recetas y workshops, sus métodos para controlar el peso. Le ha ido bien: en cuatro meses suma 105 miembros que pagan 37 dólares al mes por tener acceso a sus novedades. «Encontraba que en Instagram entregaba mucho contenido de valor y la gente de repente no estaba ni ahí. A ratos me pasaba ese rollo: como que no se valora tanto todo el trabajo que hay detrás de crear una receta, sin replicar otra cosa que ya existe».
Montar la plataforma en Skool, cuenta, fue lo más complicado: debió recopilar mucha información, recetas, información nutricional y videos educacionales. «Actualmente no representa tanto esfuerzo físico como al principio, de estar tantas horas en el computador, pero sí intento subir contenido a diario. También tengo un grupo de WhatsApp y estoy atenta durante el día para responderles las preguntas, ya sea de las recetas, calorías o ingredientes. Me queda súper bien porque me gusta mucho compartir».
¿Qué tanto esfuerzo le toma diariamente administrarla?
«Intento preparar una receta una vez al día; eso me toma unas dos o tres horas».