Era un secreto a voces del que nadie hablaba en público
Ambos son celosos de sus espacios, dice Pepe Auth. Doctora Cordero recuerda cuando hace dos años supo de casualidad que los ministros estaban en pareja.
La relación entre la precandidata presidencial Carolina Tohá y Mario Marcel, ministro de Hacienda en ejercicio, era conocida en el ámbito político, pero como era tan reservada casi no hay evidencias concretas del vínculo, salvo datos dispersos, como la costumbre que tenían de comer en el restaurante del céntrico hotel Magnolia.
«Era un vínculo privado conocido desde hace dos o tres años. Eran muy cercanos desde antes de ser pareja. En el Congreso y los partidos, incluso más allá, era una relación conocida», dice el sociólogo Pepe Auth, quien fue militante del PPD, partido de la exministra del Interior.
El diputado independiente Hernán Palma coincidió varias veces en el hemiciclo de la Cámara con la pareja del momento, incluso en largos debates legislativos, y en esas ocasiones no detectó síntomas de complicidad.
«Ni abrazados»
«Era un secreto a voces, todos sabíamos, pero yo nunca vi la más mínima actitud. Escuché comentarios al respecto, pero no los vi ni de la mano ni abrazados, ni mucho menos. Eso denota lo cuidadosos que son porque son personas muy expuestas», dice Palma.
La discreción es el sello que la pareja ha procurado destacar durante el periodo que llevan juntos. «Ambos son muy celosos de sus espacios y cuidadosos de las formas; entiendo que, aunque casi todos sabían en el gabinete, en el Congreso y en los partidos era muy reservada. No se mostraban en público, aunque creo que en sus círculos íntimos se comportan como pareja», asevera Pepe Auth.
Testigo de esa discreción fue Camila Musante, diputada independiente de la bancada PPD: «Nunca me lo hubiese imaginado porque siempre mantuvieron un profesionalismo estricto. No vi gestos ni lenguaje no verbal; nunca lo pensé y eso habla muy bien del nivel de profesionalismo de ambos».
Al debate también entró el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, quien recordó que «a mí me tocó trabajar con ambos estrechamente en el gabinete y sé del profesionalismo de ambos. Todas las decisiones se hicieron sobre la base de criterios que tienen que ver con lo que era mejor para el país».
Ante solicitudes para que renuncie Marcel, Elizalde recalcó que «todos sabemos que es un destacadísimo ministro de Hacienda, que ha hecho un muy buen trabajo, transversalmente valorado».
En la jornada del lunes, los involucrados directos se refirieron al vínculo que une a ambos. Marcel reconoció que el hecho de transparentarlo por parte de Tohá «lo supe más o menos en la época en que se hizo la entrevista».
Mientras, la precandidata aseguró que «en todo momento hemos tenido total tranquilidad, tanto antes cuando yo era ministra, como ahora, que ninguno de los elementos que generan una incompatibilidad se dan, ni antes, ni ahora. No la hay ni legalmente, ni en términos prácticos, en ninguna dimensión».
El robo de la maleta
El nexo amoroso de ambas figuras políticas hace tiempo que dejó de ser sorpresa para la diputada María Luisa Cordero, quien se enteró en el Congreso hace dos años. En esa ocasión «fui a saludar al ministro y se armó una conversación muy humana y cálida. Nos dábamos un espacio para copuchar y en ese contexto me contó que le habían robado una maleta desde su auto estacionado frente al departamento de la ministra Carolina Tohá», en la comuna de Santiago.
La siquiatra, sigue, «lo quedé mirando con picardía y él bajó los ojos. Están, están?le dije. Sí, sí, me dijo, reconociendo que tenían una relación sentimental. Me alegro mucho, viva el amor».
«Me alegro del amor»
Con esa información, Cordero mantuvo la reserva: «Cuando me doy cuenta de algo me pasa un fenómeno reactivo, me callo y no me meto más. Un día vi que estaban juntos en el mesón bajo la testera y tenían una actitud de compañeros de trabajo muy sobria. Ojalá que sigan siendo pareja, me alegro del amor».
El romance interministerial se suma a los emparejamientos fugaces o más estables de los principales actores políticos del país. «En relaciones interpersonales pueden darse parejas, surgen amistades también, como en todo orden de cosas. Hay parejas parlamentarias conocidas de público conocimiento, como Karol Cariola y el diputado De Rementería, que incluso están formando familia; o los diputados socialistas Manouchehri y Cicardini. Se da en todos los espacios laborales», dice la diputada Camila Musante.
En cuanto a los cuestionamientos por las consecuencias de la relación, el diputado socialista Daniel Manouchehri comentó que «a algunos les falta amor en sus grises corazones. Critican a Tohá por su relación con Marcel, sin conflicto ni jerarquía alguna».