Se cancelaron 80 vuelos y otros 60 sufrieron retrasos en el terminal aéreo de Newark
Este incidente se suma a otros dos recientes: un apagón de radar de 90 segundos el 9 de mayo y una interrupción el 28 de abril.
El aeropuerto internacional Liberty de Newark enfrenta una nueva crisis tras múltiples fallos en los sistemas de control aéreo y una escasez crítica de personal, lo que ha provocado cancelaciones masivas y retrasos. El último ocurrió este domingo a eso de las 8.15 am locales, en medio de las celebraciones del día de la madre, ya que la Administración Federal de Aviación (FAA) impuso una parada temporal de 45 minutos en los vuelos de Newark debido a una falla en las telecomunicaciones en el centro de control Tracon Área C de Filadelfia, que gestiona el espacio aéreo de Newark. Este incidente se suma a otros dos recientes: un apagón de radar de 90 segundos el 9 de mayo y una interrupción más grave el 28 de abril, que obligó a cinco controladores a tomar licencia médica por estrés, informa «The Daily Beast».
La FAA explicó que «se ralentizó brevemente el tráfico aéreo dentro y fuera del aeropuerto». Estas interrupciones han generado preocupación sobre la seguridad del sistema de control aéreo, que depende de equipos obsoletos y una plantilla insuficiente, explica «Reuters». De acuerdo al diario local «NY Post», unos 80 vuelos fueron cancelados y otros 60 retrasados por la situación.
El secretario de Transporte norteamericano, Sean Duffy, reconoció que «hay demasiados aviones entrando y saliendo de Newark en este momento» y anunció una reducción temporal de vuelos en el aeropuerto durante varias semanas para aliviar la presión sobre el sistema. También propuso aumentar la edad de jubilación obligatoria de los controladores de 56 a 61 años y ofrecer un bono del 20% para retener al personal actual, en un intento por paliar la escasez nacional de aproximadamente 3.000 controladores.
United Airlines, principal operadora en Newark, ya ha cancelado y retrasado numerosos vuelos y planea mantener horarios reducidos. El CEO Scott Kirby indicó que las mejoras podrían llegar a mediados de junio una vez concluyan las obras en las pistas, pero las reducciones de capacidad podrían extenderse durante todo el verano.
El senador demócrata Chuck Schumer exigió acciones inmediatas: «Cuando la gente oye hablar de pantallas de radar que simplemente se oscurecen, controladores de tráfico que no pueden hablar con los aviones, tecnología que aparentemente no funciona mejor que las latas de conservas, no piensan que se trata de una historia sobre la FAA de la administración Trump, pero eso es lo que da tanto miedo: esta historia es real y esta historia es peligrosa. Esta situación también es inaceptable», dijo Schumer. Pidió priorizar a Newark en las inversiones federales y criticó la falta de un cronograma claro para las mejoras prometidas por Duffy.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, también instó al Departamento de Transporte a priorizar la región más transitada del país, señalando que «la FAA ha indicado que el espacio aéreo estadounidense carece de 3.000 controladores de tráfico aéreo».
La detención de Newark no fue la única de este domingo, ya que también hubo una en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. La parada en tierra en el aeropuerto de Atlanta se emitió el domingo por la mañana y se mantuvo en vigor hasta el mediodía, según la Administración Federal de Aviación, que dijo que era el resultado de «un problema de equipo de pista», informa NBC News.
