Se hizo un trabajo de joyería, dice el jefe de la Brigada de Homicidios de Rancagua
La PDI allanó 19 casas y detuvo a once personas. Cinco de ellas están acusadas de ser los autores materiales del asesinato de Rodrigo González y Carolina Calleja.
Este miércoles, a 63 días del crimen de Rodrigo González (61) y Carolina Calleja (53), el matrimonio que fue asesinado al interior de su parcela de Graneros, la Policía de Investigaciones detuvo a tres hombres, a quienes se les acusa de ser los autores materiales del doble homicidio.
Durante el operativo se allanaron 19 casas en tres comunas de la región de OHiggins y en total hubo once detenidos, siete de ellos en flagrancia por infracción a la ley de drogas y a la ley de armas. Los otros tres por estar vinculados al asesinato del corralero y la encargada de familia del Colegio La Cruz de Machalí, la madrugada del 12 de marzo.
Más tarde, la policía informó de otros dos sospechosos: uno formaba parte del grupo aprehendido más temprano.
Para dar con los sospechosos, la PDI en conjunto con la fiscalía regional tuvieron que hacer «un trabajo de joyería» en el que participaron 200 detectives, dice el subprefecto Juan Reyes, jefe de la Brigada de Homicidios de Rancagua.
Huellas. Las primeras pistas para dar con los detenidos se encontraron en el rastreo del sitio del suceso, ya que se sabía que los delincuentes ingresaron a la parcela a pie. «El sitio del suceso es donde ocurre el hecho, pero el rastreo para nosotros son los predios colindantes. Eso fue clave, porque en ese trayecto pudimos levantar evidencias de calzado, pisadas de zapatillas específicas, de marcas. Eso fue un trabajo arduo que convocó a todo el personal de la PDI de Rancagua haciendo un rastreo y siguiendo estas huellas. Esto nos permitió establecer que habían cinco tipos diferentes», detalla el subprefecto.
Con las huellas se pudo determinar el trayecto por donde ingresaron y salieron los delincuentes, pero también se logró llegar a otro lugar. «Esa misma noche, estos sujetos habían cometido un delito previo, en una casa a unos 600 metros del crimen. Entraron a la casa que estaba vacía y consumieron latas de bebida», agrega.
Cámara. El trayecto de las huellas llevó a los detectives a una ruta principal. «Pudimos hacer un trayecto casi de un kilómetro y medio de ida y un kilómetro y medio de vuelta. Eso nos condujo a hacer un recorrido de cámaras. Habían muy pocas, pero una nos permitió establecer cuántos sujetos eran y por qué lugar habían salido. Esa cámara, incluso, los grabó portando armas», dice Reyes.
Celulares. La pericia anterior se complementó con el análisis telefónico realizado por la Bipe Metropolitana. «Ellos recopilaron sábanas de datos, situando a teléfonos de importancia en los horarios y en el lugar en el que ocurrió el hecho. Cada antena telefónica tiene una celda. Esa celda nos permite establecer un radio donde uno tiene conexión con los teléfonos. Identificamos alrededor de 200 teléfonos de importancia, que se fueron descartando hasta llegar a tres relevantes. De esos tres teléfonos identificamos a las personas que los portaban», detalla el subprefecto.
Cárcel. Reyes relata que la identificación de uno de esos teléfonos los llevó a un hombre que estaba detenido por un hecho posterior: un robo con violencia. Por ese delito se llegó a un procedimiento abreviado, y este miércoles salía libre. Fue ahí cuando la PDI lo detuvo. «Pudimos indagar que en el momento en que lo detuvieron por este último hecho, Carabineros había incautado un teléfono celular. Ese celular se analizó y nos dimos cuenta que era el mismo que se había utilizado el día del crimen y que confirmó el trayecto que teníamos establecido con la criminodinámica».
Vainillas. Otra pericia clave, agrega el subprefecto, fue el análisis balístico, que se complementó con el análisis del trayecto de los sujetos. En el sitio del suceso se levantaron más de 200 evidencias balísticas, entre proyectiles, cartuchos y vainillas. Estas vainillas posteriormente se compararon, a través de una técnica microscópica, con otro hecho acontecido en la población Sagrada Familia de Graneros, donde se hicieron disparos injustificados. El análisis nos permitió establecer que esas vainillas fueron disparadas por la misma arma que fue utilizada en el doble homicidio. Así fuimos sumando a los otros partícipes directos en este hecho», finaliza el detective.
Parcelas de agrado
Durante los allanamientos de este miércoles se incautó un arma 9 milímetros que había sido sustraída en el robo a una armería en Rancagua, previo al crimen.
Respecto al móvil del crimen, el fiscal regional Aquiles Cubillos descartó que esté involucrado el crimen organizado. «Nosotros sostenemos que el móvil original sigue siendo el robo, pero claramente la violencia con la que actuaron los sujetos puede estar determinada por los disparos que efectuó la víctima. Podría ser uno de los motivos, pero tenemos que seguir desarrollando diligencias para poder determinar por qué actuaron de esa forma tan violenta. Los antecedentes que hemos reunido en la investigación y respecto de otras investigaciones paralelas, es que estos sujetos ingresan a domicilios tipo parcelas de agrado con piscina y quincho, y proceden a sustraer diversas especies al interior de estas».
Este jueves se realizará la formalización de los tres detenidos, todos chilenos y mayores de edad.