Estas avispas atacan los colmenares de abeja para alimentarse
En septiembre esta especie invasora y destructora comienza su proceso de reproducción. Cada nido puede dar vida a 10.000 individuos.
«¡Salvemos a las abejas! Les recuerdo que esta época es cuando debemos colocar botellas plásticas con vinagre de manzana para eliminar a las reinas de las chaquetas amarillas». Así parte un mensaje de WhatsApp que se ha viralizado durante los últimos días.
Nancy Vitta, ingeniera agrónoma experta en Entomología e investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), sentencia que todo lo descrito es completamente cierto.
«Septiembre es el periodo en que la reina de la vespula germánica, también conocida como chaqueta amarilla, empieza a poner sus huevos y a formar sus nidos. Cada nido puede albergar hasta 10.000 avispas obreras», detalla.
Las chaquetas amarillas y las abejas son especies distintas, pero ambas son insectos eusociales, es decir, viven en colonias donde hay reinas, zánganos y obreras.
«El problema con esta especie es que hacen pillaje, es decir, ingresan a las colmenas de abeja. ¿Por qué? Porque necesitan proteínas y carbohidratos para seguir reproduciéndose. Y como las abejas tienen todo este contenido dentro de las colmenas van a atacarlas para alimentarse», explica.
Esto coincide, agrega Andrés Vargas, doctorante de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, con que en septiembre las colmenas comienzan la polinización, enriqueciéndose con polen y miel. «En primavera hay menos abejas nodrizas, por ende hay menor fuerza para proteger la colmena, porque el resto de las abejas está recolectando alimentos. Y es ahí cuando se encuentran con el ciclo reproductivo de la chaqueta amarilla».
La chaqueta amarilla es una especie mucho más agresiva. «Si muchas logran entrar a la colmena, se necesitan muchas abejas para combatirlas y eliminarlas. Entonces, cuando la colmena está débil, las chaquetas amarillas ganan y pueden destruirla», explica Vitta.
Mario Flores, presidente del Movimiento Nacional de Apicultores de Chile, confirma que en primavera comienzan los ataques de la avispa vespula germánica, que luego se transforman en un dolor de cabeza para los apicultores, especialmente los de la zona norte y centro.
«Desde el año pasado notamos que ha habido un ataque más agresivo de la chaqueta amarilla, dado por la escasez de alimento. De septiembre a noviembre comienza a aumentar su número. Pero de diciembre a marzo es el periodo de mayor abundancia y por ende el de mayor agresividad. Pueden eliminar colmenas completas. Ya en otoño e invierno esto empieza a decaer por el frío y mueren las colonias de chaquetas amarillas. La reina es la única que sobrevive en la hibernación», dice Flores.
Avíspate
En septiembre del año 2017 el Ministerio de Agricultura lanzó la campaña «Avíspate y atrapa a la reina chaqueta amarilla», la cual se ha tratado de replicar año tras año. «En esta época aparecen las primeras obreras, por ende, las colonias son aún pequeñas. Por eso es clave detectar a las reinas y controlarlas para que no se vuelvan una plaga», dice Flores.
«En la zona central se han encontrado nidos que tienen entre 100 y 3.000 reinas de chaquetas amarillas. La reina en este caso, es el peligro, por eso es tan importante poner las trampas hoy», insiste Vitta.
¿Sirve el vinagre de manzana?
«Sí. Entre septiembre y diciembre lo ideal es poner estas botellas de medio litro de bebida con tres orificios de dos centímetros de diámetro y rellenarlas con vinagre de manzana y agua. El olor llama la atención de la reina, que entra y queda atrapada. El ácido acético del vinagre también lo emiten las frutas y por eso la reina se acerca. Si no controlas a la reina, después tienes que controlar a las obreras. En ese caso se puede usar la misma trampa, con la diferencia que hay que agregarle un cebo que puede ser un pedazo de carne o pollo».
¿Genera algún beneficio la chaqueta amarilla?
«Nada. Más encima afecta a la fruta que está empezando a madurar. Si toda la gente pusiera estas trampas sería fenomenal, porque la chaqueta amarilla pone sus nidos más cercanos a la cordillera, entonces, Puente Alto, Pique, San Bernardo son las zonas de la región donde se pueden encontrar nidos fácilmente. Los nidos los hace en el suelo subterráneo».
Flores agrega que estas son las mismas avispas que molestan en los asados del Dieciocho. «Los olores atraen a las chaquetas amarillas. Si está en el campo, evite usar perfumes dulces».