Ricardo Toro asumió como jefe de 7.000 hombres y rastrea a María Teresa Dowling en las ruinas de un hotel
El oficial tiene que comandar el rescate de cientos de miles de personas. Una de ellas es su mujer, que estaba en el gimnasio cuando fue el terremoto.
Petionville es el barrio bonito de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Es un lugar de caminos estrechos y colinas. Allí, rodeado de exuberante vegetación, está el Hotel Montana, donde alojaba hacía 18 días María Teresa Dowling, la esposa del general chileno Ricardo Toro Tassara. Hoy solo quedan escombros de la sesentera construcción, que recibía a sus huéspedes con jugosas piñas y agua mineral.
Sobre este militar reside la misión de comandar las fuerzas multinacionales de la ONU en el devastado país y de buscar a su esposa desaparecida.
«Mi señora estaba en el hotel. La fuimos a buscar, pero no estaba. La estamos buscando. pero además ahora también estoy a cargo de todo acá», declaraba el general Toro a Canal 13 cuando ocupaba el cargo de subcomandante de las fuerzas, horas antes de asumir su nuevo rol.
María Teresa Dowling, de 50 años, había viajado a Haití a pasar las fiestas de fin de año con su marido dejando, por esta vez, a sus hijas Francisca y Macarena en Chile. Se marchó al país más pobre de la región acompañada de su hijo Ricardo, quien está ileso. En su casa de Las Condes dejó a su perro Cambell.
El lunes por la tarde la esposa del general Toro, quien trabajó como relacionadora pública en el área de turismo, quiso ir al gimnasio del hotel, ubicado en el subterráneo, para pasar un par de horas en la trotadora, su pasatiempo favorito. El terremoto destruyó los cimientos de la estructura y de María Teresa nadie sabía nada.
El general Toro debió concentrarse en el cuartel general de la Minustah (Fuerzas Multinacionales de la ONU) para comandar a siete mil hombres que deben sostener a una población aterrada, hambrienta y desorientada.
«Él es un oficial muy sólido, tiene la templanza necesaria para enfrentar una situación tan difícil en la cual cuenta con todo el aprecio de quienes lo conocemos y todos los chilenos que lo apoyamos en un momento tan duro», reflexiona el general (r) Eduardo Aldunate, quien también comandó las fuerzas en Haití. Ayer en la mañana la Presidenta Bachelet y el ministro de Defensa, Francisco Vidal, también respaldaron al militar chileno por tener que asumir el doloroso dilema.
El general Aldunate acota que Toro tuvo subrogar al general brasileño Floiriano Peixoto, que se encuentra fuera de Haití: «Sobre sus espaldas está coordinar a las organizaciones civiles y militares de la Minustah. Sin duda debe estar con la preocupación interna (por su esposa)».
Isabel Araya, esposa del embajador chileno en Haití, Marcel Young, conoce bien al general y musita: «Él tiene entereza y es capaz de llevar a cabo la búsqueda». Otro que está muy conmocionado es Daniel Huevo Fuenzalida. El animador fue marido de Francisca Toro, hija del matrimonio entre el general y María Teresa Dowling.
En el facebook de la mujer, se sucedieron los mensajes de saludo y apoyo. «Se que Dios y Ricardo hacen lo posible para tenerle luego de regreso con tu familia y toda la gente que te conoce», comentaba una amiga, mientras una sobrina posteó «Tía todos rezamos por usted y sabemos que todo saldrá bien».
Suegra del «Huevo»
Conmocionado y sumergido en el silencio estaba ayer Daniel «Huevo» Fuenzalida. El animador fue marido de Francisca Toro, hija de María Teresa Dowling.