Rebeca Morales dice que atiende en promedio 20 clientas al día
Capitana Rulos se llama su salón de belleza. Su negocio se diversificó y también vende productos para el cabello.
Luciana Pradas se levanta del asiento de la peluquería con una tremenda sonrisa. Feliz de ver su melena ondulada, recién cortada en Capitana Rulos, centro de belleza que tiene su nicho de negocios solo en mujeres crespas.
«Acá me queda muy bien el corte, es el preciso para que se vea liviano, con movimiento, lo que no es fácil encontrar en lugares donde cortan todo tipo de cabellos. El corte estándar para los lisos no le beneficia a las crespas», comenta Luciana.
Capitana Rulos está ubicada en la Galería Pirámide, en Providencia. Es un negocio que inició la venezolana Rebeca Morales, quien llegó en 2016, con sólo 22 años, a Chile. Estudiaba Biología en la Universidad de Zulia de Maracaibo, cuando se fue de Venezuela buscando mejores perspectivas económicas. Jamás imaginó que su pelo crespo sería el gatillante de su emprendimiento en nuestro país.
Rebeca cuenta que en Venezuela el cabello liso es un estereotipo de belleza. Durante 12 años usó diferentes productos químicos para estirar sus rulos. Como consecuencia su pelo se dañó. En Chile se encontró con otra realidad: un estilo más relajado y diverso con crespas, onduladas y afros en las calles.
Entonces decidió dejarse sus rulos. Como sabe hablar inglés, aprendió por tutoriales gringos las técnicas para volver a tener sus rulos sanos. Su cabello comenzó a llamar la atención en su círculo social y le empezaron datos y recomendaciones.
Así nació la cuenta @capitanarulos en Instagram. «La gente me empezó a preguntar si cortaba y decidí a hacerlo en mi casa después de llegar de mi trabajo (2019). Atendía a dos clientas diarias. Ahora con la peluquería atendemos en promedio 20 clientas al día (el corte cuesta 40.000 pesos)», dice sobre el local que inauguró en abril de 2022.
¿Se perfeccionó para montar esta peluquería?
«Sí. En un inicio fui autodidacta, pero una vez que instalamos la peluquería con mi socia (Fabiola Mogollón) fuimos a hacer cursos en Brasil y Argentina, porque acá en Chile se dedican mucho al pelo liso».
¿Se financian sólo con los cortes?
«Aparte de los servicios del salón, vendemos productos para el cuidado de los crespos, hacemos eventos. El más importante es Ruloscon, que este año lo vamos a hacer en CentroParque en noviembre. También realizamos capacitaciones para enseñar a cortar cabellos con rulos».
¿Qué tan diferente es?
«Se corta en forma diferente al liso, que tiene una sola dirección. El crespo, en cambio, crece hacia afuera y no tiene un orden. Lo que piden las clientas es un corte que le entregue una forma sin perder el movimiento de los rulos»
El volumen del pelo crespo es evidente, ¿se usa mucho el entresacado?
«No, el entresacado está prohibido en los rizos. El rizo no es un pelo. Es un grupo de cabellos y si a ese grupo le quito parte de él, pierde la dirección y la forma. Si una crespa quiere más volumen, se entresaca».
¿El mercado de las crespas es atractivo en Chile?
«Sí, hay mucha gente que tiene el pelo con rizos u ondulado. Con la llegada de extranjeras, como yo, el mercado de las rizadas creció. Tenemos clientas de todo el país y nos hemos dado cuenta de que en el norte de Chile existen más personas rizadas, así que a futuro vamos a poner una sucursal en Arica. La idea es seguir creciendo en distintas regiones. Hay público, pero con el tiempo también se han ido sumando peluquerías que atienden a este nicho».
En regiones
Tal como dice Rebeca Morales existen más peluquerías especializadas en cabellos crespos en Santiago. Por ejemplo, Rizondulada, Luna Rulos, RulosyCo y Point Peluquería. «Cuando empecé éramos pioneras, pero ha ido aumentando la competencia», señala ella.
En regiones la oferta es menor. En Temuco está el salón Entre Rulos de Andrea Avilés.
Andrea relata que cuando estudiaba peluquería se dio cuenta de que la técnica que enseñaban para atender a las personas crespas era escasa. «Tomé cursos en Santiago y hace tres años tengo mi peluquería. Soy la única que ofrece este servicio en la región. Me va bien. Todos los meses estoy a tope con la agenda», asegura.